Por: Alejandra Inclán
Cómo explicar
esto que no puedo decir con palabras,
cómo dejar de soñar si ella es tan real.
Pequeña,
dulce,
sensible y hermosa.
La que me transforma el día con solo mirarla,
la que me ha hecho sentir,
el amor que nunca creí vivir.
En cada abrazo se me va una breve eternidad,
porque no quiero dejarla,
no quiero soltarla.
La quiero… y esta sensación es
tan extensa, que me da miedo
que se expanda y se extinga.
Pero no tengo por qué temer.
Estás aquí y eres real,
tanto que tu alma puedo palpar.
Apenas y te descubrí,
y supe que eras el acontecimiento
más importante de mi existencia,
eres lo más trascendental de esta mi oscura vida.
Y desnudas mi ser y me haces sonrojar,
cuando con dulzura y pena, me llamas “mamá”.
Gracias por decirme mamá.