Por: Alejandra Inclán
No necesito que me digas que me amas,
con tu abrazo lo sé sobremanera,
con tu sonrisa, con tu mirada
y esa ansiedad que compartimos
cuando estamos en lejanía.
No necesito que me digas que me amas,
cuando tenemos la conexión divina
de nuestras almas y espíritus,
porque somos entidades que se han perseguido
por siglos y siglos.
Porque tú eres mi más grande misión,
porque yo soy parte de tu corazón.
No necesitas decirme que me amas,
porque me basta haberte visto una vez más,
tocar tus manos y poderme acercar.
Tenerte en mis brazos
como cuando fuiste mi más grande fuerza,
para experimentar el ágape del amor.
Sí, tú eres el amor infinito,
el amor que trascendió tiempo y espacio,
en una relatividad total,
que nos ha permitido no separarnos jamás.
Por ello no es necesario que me digas que me amas,
lo sé, pero si lo dices, lo aceptaré,
porque me gusta, me gusta mucho
que me digas que me amas.
¡Genial!
Me gustaLe gusta a 1 persona