Por: Alejandra Inclán
Debo decirlo: cuando te veo pierdo los discursos elocuentes que podría haberte dado. Pierdo las maneras de expresarte que te amo. Y no quedo petrificada, simplemente te observo y sé que te quiero. No, por ti no me muero, siento decirte eso, pues la verdad es que por ti vivo, vivo mucho más que cuando no estoy contigo, aun cuando en esos largos momentos, ratos, horas, días y a veces hasta semanas, tenga de sobra palabras que podría ensayar. Pero mejor callo mi boca, porque estando contigo, sólo quiero sentir que vivo. Que mi boca sea prudente y mis orejas trabajen, porque es escuchándote que yo lleno mi vacío, y es aconsejándote que sé, que sabes que te amo. No necesito discursos. Te amo.