Por: Alejandra Inclán
A dónde van los jóvenes cuando mueren, por qué se apaga su vida que brillaba con su sonrisa.
A dónde van los jóvenes que se fueron dejando tantos sueños, a dónde habrán emigrado con las aspiraciones que cargaban con ellos.
A dónde quedaron los años que no han de vivir, los espacios que no han de compartir.
A dónde dirigiré mi mirada para percibir la luz que encontraba en sus miradas.
A dónde podré visitarlos para sentir el contagio de su ligereza, entusiasmo y esperanza.
A dónde escucharé las palabras que no dejaron y qué haré con el vacío de su voz en el aire.
A dónde leeré los poemas no escritos, los sentimientos no manifestados, las protestas no expuestas.
A dónde me alcanzará tu voz… Soy yo quien tendrá que hacerlo, cuando mi vida también se apague, y esté vieja y tú joven y eterna.
Sonríeme, guíame con tu candidez, no me dejes perder, como te perdí aquí en esta tierra, en la que aún tenías tanto por vivir.
A dónde van los jóvenes… Y sobre todo, por qué mueren…
Dedicado a la poeta mexicana Ayari Lüders QEPD.