Por: Alejandra Inclán
Para GD
Qué ganas de besar tu boca lejana,
que en apariencia me sonríe,
pues tu foto no fue tomada pensando mí.
Labios ajenos,
no porque pertenezcan a otra persona,
sino porque ni siquiera me presientes,
aunque nos hablemos y digamos «Hola»…
Te soy ajena,
como ajenos me son tus labios y tus brazos.
Tus pensamientos y tu aliento.
